Generalmente en las fiestas familiares en Argentina el menú principal es el asado de carne vacuna, y se sirve acompañado de una variedad de ensaladas de verduras, de tomate, lechuga, papa, huevo, cebolla, incluso algunos preparan escabeche de berenjena. Lo cierto es que la cebolla esta presente en las ensaladas que acompañan el asado, como también esta presente siendo ingrediente de pasteles, empanadas, torrejas, etc.
Quién ha tenido que pelarlas y prepararlas sabe bien que son ácidas, que sacan lagrimas por ese mismo ácido que emanan, hasta deja un olor fuerte en las manos de quien las corta.
Así sucede con nosotros, el servir a Dios equivale a servir a tus hermanos en la fe y a quien no conoce de su amor.
El eje principal del banquete es compartir la salvación con el resto del mundo, pero la obra del Señor no se detiene allí, Jesús no solamente salva sino que también sana.
Todos pero absolutamente todos tenemos alguna herida que cuando Dios obra en ella nos cuesta lagrimas, y hasta sentimos que eso apesta, que no puede dar buen fruto ni sabor, todos tenemos una herida-cebolla o una situación cebolla que esta allí quizá hace años, que ya se convirtió en rutina, y nos cuesta soltarlo en las manos todopoderosas que vaya cortando y puliendo esa “Cebolla”
Quizá aun no te has dado cuenta que eso que te roba lagrimas hoy, será de poderoso testimonio mañana, pues no solo podrás decir Jesús me salvo, sino también decir: Jesús me salvo y sano! Darás de comer un buen asado con una buena ensalada.
El es tu alfarero, y no tiene miedo de ensuciarse las manos para cortar tu cebolla, El murió por vos y eso incluye tu salud espiritual y emocional.
Dios te Mega Bendiga.
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